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20 técnicas de conducción para viajar más seguro al GP de Jerez
30-04-2013 16:24 VOTA ESTA NOTICIA
20 técnicas de conducción para viajar más seguro al GP de Jerez
Con motivo del Gran Premio de España de MotoGP, que se celebrará del 3 al 5 de mayo en el circuito de Jerez, hemos reunido una serie de recomendaciones que debes tener en cuenta para viajar más seguro y no tener ningún tipo de accidente o percance en tu desplazamiento hasta el circuito andaluz. Síguelos y así podrás disfrutar de la fiesta del motociclismo y del ambiente tan espectacular de todos los años.
FÓRMULA MOTO
Según una célebre cita de Aristóteles, "somos lo que hacemos cada día, de modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito". Por tanto, si adquieres buenos hábitos al conducir una moto, siempre estarás mejor pertrechado para enfrentarte a la jungla diaria del asfalto. Muchas de las ideas que te proponemos te resultarán obvias, las darás por descontado, aunque quizá no te habías parado a pensar en ellas lo suficiente. Por otro lado, es posible que descubras nuevas estrategias. Y seguro que puedes aportar varias decenas más de consejos que has desarrollado mediante la experiencia o, simplemente, por sentido común. Lo importante es ponerlo en práctica y compartirlo con los que te rodean, porque los demás siempre te pueden aportar algo nuevo.
Gira la cabeza
Claro que es conveniente mirar por los retrovisores, pero echar una mirada con un simple giro del cuello siempre te da una
perspectiva más real de tu alrededor, como cuando cambias de carril y te incorporas al tráfico.
Una inversión de segundos
Si echas un segundo o tercer vistazo directamente o a los retrovisores cada vez que haces una maniobra, considéralo como una inversión si te ha ahorrado una única probabilidad de accidente. No cuesta nada.
El color de los semáforos
La "norma universal" dice: en los semáforos, rojo significa "parar", verde "correr" y ámbar "correr más". No te fíes de los tiempos de acción abrir-cerrar de los semáforos, ni siquiera en aquellos que pasas todos los días. Frente a un coche tienes todas las de perder.
Entrar en curva demasiado rápido
La principal causa de accidentes de moto en trazados revirados es el exceso de velocidad a la entrada en curva. Es más rápido y eficaz entrar más lento para salir luego más rápido, así como más factible aumentar la velocidad dentro de la curva que reducirla. Frena más suave al principio, y después modula la fuerza de tu mano derecha. Y siempre es mejor pasarte por frenar en exceso que no haber frenado lo suficiente. Nunca reduzcas apresuradamente porque la rueda trasera puede empezar un baile que te saque del camino que tú habías elegido (si tu moto no tiene embrague antibloqueo).
Aprende a utilizar los dos frenos
En frenadas, la parte delantera corre con la mayoría del trabajo, pero el trasero también es muy útil, sobre todo en la entrada de las curvas. Si en el primer instante de la frenada accionas el pedal del trasero, conseguirás que la moto quede más equilibrada al no pasar el peso hacia el tren delantero de forma brusca. Muy útil cuando circulas con acompañante o para timonear dentro de la propia curva.
Siempre con uno o dos dedos en la maneta de freno
Esta costumbre puede significar ahorrar un segundo vital de momento de reacción. Este segundo, a sólo 100 km/h, significa nada menos que 28 metros. Mucho, ¿verdad?
Mira hacia dónde quieres ir
Utiliza esta técnica en tu favor. La moto va siempre hacia donde tú diriges la mirada, así que céntrate en la solución, no en el problema. En conducción normal, el objetivo prioritario es la salida de la curva. En caso de contratiempo, busca siempre una salida o alternativa. Por ejemplo, si un coche se te cruza o una moto que circula delante de ti cae, no los mires fijamente porque acabarás allí mismo con ellos.
Mueve tus ojos constantemente
El tráfico es algo en continuo movimiento, así que tienes que escanearlo a cada instante. Aprende a utilizar la visión periférica, todo aquello que ves pero a lo que no miras directamente. Te puede servir de alarma de control. Sitúate frente a una pared y mira fijamente a un punto. Entonces percibe todo lo que se mueve alrededor. Cuanto más puedas ver, más rápido te podrás percatar de un posible peligro.
La señal de stop significa parar
Cuando llegues a la señal de stop para totalmente y pon un pie en tierra. Mira bien. Así nunca te quedarás en "fuera de juego".
Adapta tus ojos
Por la noche, si sales de un garaje o de una población con mucha iluminación, rueda más lento durante los primeros kilómetros que haces en la oscuridad hasta que te adaptes totalmente.
Practica los giros en corto
Vete a un parking sin tráfico y da vueltas en los dos sentidos. Mueve tu cuerpo para equilibrarte y juega con el manillar, embrague y freno trasero. Te servirá de mucho en el día a día. Es sólo un mínimo detalle que demuestra que montar en moto es algo más que dar gas.
Aprende también a hacer movimiento bruscos
Tienes que saber hacer giros y eslalon rápidos y cerrados seguidos. La moto seguirá tu mirada. Si lo practicas, lo convertirás en un arma a tu favor, no en un acto reflejo.
Sé suave cuando vas despacio
Apoya las maniobras con el freno trasero cuando las hagas a baja velocidad. Te dará un extra de estabilidad al minimizar el efecto negativo de las transferencias de pesos que te pueden hacer variar la línea que deseas seguir.
Avisa con la luz de freno
Antes de frenar, si das un par de toques a la maneta de freno delantero o al pedal para avisar al que te sigue que vas a reducir la velocidad, mucho mejor.
Que se la jueguen otros
Si en una intersección dejas que un coche comience la maniobra de aproximación enseñando su nariz a los que vienen por la izquierda, eso que te ahorras tú. Estando tú a la derecha de ese coche que va a salir, evitas te hagan un sándwich. Además, el que viene por la izquierda ve mejor un coche que una moto en la maniobra de incorporación.
En retenciones, sitúate a un lado
Cuando llegas a una caravana, colócate a un lado del coche que te precede, a la derecha o a la izquierda. Eso te permitirá una escapatoria si es necesario. También te permitirá darte cuenta antes de por qué razón ha parado el que tienes delante, si es que a él le ha dado tiempo... Cuando te hayas parado, atención: embrague cogido, primera insertada y atento a los retrovisores, porque nunca se sabe lo que vendrá por detrás.
Atención a los intermitentes
Si tu moto no tiene un sistema de cancelación de intermitentes, estate atento a quitarlos cuando los has accionado. Si no lo haces, los coches pueden dar por supuesto que vas a dirigirte hacia un lado y pueden tomar una decisión peligrosa para ti.
Conducción cuesta abajo
Bajando un puerto, por ejemplo, sitúa tu peso lo más atrás posible para descargar peso del tren delantero. Así también tendrás más control sobre el manillar. Sujeta el depósito con tus piernas para no irte hacia adelante excesivamente, sobre todo en frenadas. Levanta la cabeza y la vista más que en conducción normal en recta. Adecua tu velocidad con más antelación al llegar a las curvas. Si no lo haces, corres el peligro de llegar al límite de adherencia del neumático delantero más fácilmente, ya que éste tiene que lidiar con la fuerza de la gravedad, la frenada y el giro. Un poco de gas ayuda a equilibrar la moto, transfiriendo peso hacia atrás.
Con acompañante
Si se va acompañado, mejor ir al límite de la presión recomendada por el fabricante para reducir el sobreesfuerzo sobre el neumático trasero. La norma suele ser de 0,5 bares más. También es aconsejable incrementar la precarga de la suspensión trasera para evitar topes. Aún así, la distancia libre al suelo disminuirá. Tenlo en cuenta. Hay que enseñarle a pilotar al pasajero, que acompañe tus movimientos y que se sujete a ti o a las asas para evitar sustos al acelerar o frenar. No te descuelgues, no es nada cómodo para el que va detrás. Como ya hemos comentado, tendrás que frenar más con el freno trasero y, por la noche, es aconsejable bajar la altura del faro delantero.
La postura idónea
Busca la posición que mejor se adapte a ti sobre la moto. No todos somos igual de altos, o tenemos los brazos igual de largos, etc. Cambia de vez en cuando. Quizá te sorprenda que vas más cómodo en otra postura y que estabas cogiendo malas costumbres. Es posible que así te canses menos y puedas estar más atento a la conducción.