Las repercusiones de los movimientos del petróleo golpean de lleno a la economía doméstica. Los miles de gallegos que hayan decidido coger el coche para afrontar el primer gran período vacacional del año se encontrarán con la misma sorpresa cuando reposten: llenar el deposito les costará bastante más que hace un año, pero también unos céntimos más que hace solo dos semanas. Según los datos oficiales del Ministerio de Industria, el litro de gasolina en Galicia, por término medio, estaba ayer en 1,372 euros. Y el gasoil, el más empleado, ya por encima de los 1,301. Eso supone un incremento del 15 y del 20,1%, respectivamente, si se compara con lo sucedido en la Pascua precedente, la del 2010. Las tarifas por el carburante también se incrementaron.
En la cartera, la subida supone que para un coche con un tanque de 50 litros hoy se tenga que abonar 68,6 euros si se surte de gasolina; o 65 si es gasoil. ¿Cuánto es respecto a un año antes? Supone desembolsar prácticamente 11 euros más por depósito en un año en el que, de nuevo, los salarios han estado congelados, cuando no se han reducido.
Ese fuerte incremento en apenas doce meses es sustancial si se mide con el coste de la vida general en España en el mismo período: en esos meses (de abril a marzo, último dato disponible) la inflación es del 2,5%. Es decir, el diésel ha subido 8 veces más que el IPC, y la gasolina, 6 veces más. Conviene apuntar que en la subida de este año, al compararla con el anterior, influye que el IVA para los carburantes pasó del 16 al 18% a mediados del pasado ejercicio, que se suma a un impuesto especial desde el 2009.
Los precios en la víspera de la masiva salida vacacional se han movido hasta el último momento. Tomando siempre como referencia los datos del ministerio para Galicia, se constata que en las dos última semanas el precio de la gasolina ha subido un 3,6% desde los 1,32 euros en que se encontraba. En el caso del diésel, el incremento es algo más discreto: un 1%. No es nada extraño porque todas las vísperas de largos puentes las grandes compañías -las que arrastran al resto- aprovechan para redondear sus precios ante la fuerte demanda.
De hecho, mirando atrás se aprecia que en la Semana Santa precedente los precios para esta materia se incrementaron un 24%, tanto en uno como en otro carburante.
Tendencia dubitativa
Lo que sucederá en las próximas semanas con el carburante es una incógnita porque, según fuentes del sector, hay múltiples variables que pueden llevar las tarifas hacia uno u otro lado. Por una parte, se mantienen vivos conflictos en el norte de África que provocan cortes en el suministro de petróleo. Y por otra, la fortaleza del euro frente al dólar (se cambia a 1,45) penaliza a los carburantes.