Ya lo ha hecho en 25 kilómetros, ha adjudicado actuaciones en la A-67 y S-10, y seguirá con la sustitución de peligrosos guardarraíles en los próximos años
Un motorista observa la tradicional barrera protectora o guardarraíl situada en la mayoría de las carreteras y que Fomento va a sustituir en determinados tramos. / DM

Durante los tres próximos años el Ministerio de Fomento va a proceder a la sustitución de un centenar de kilómetros de protecciones para motociclistas en las carreteras de Cantabria. Esa medida, aún en fase de elaboración, se sumará a las actuaciones que ya se han realizado y a las que acaba de adjudicar para ejecutar en diversos tramos de la A-67 y S-10. Se trata de medidas -junto a las que desde otro frente lleva a cabo la Dirección General de Tráfico (DGT)-, para reforzar la seguridad y contribuir a que los golpes contra los guardarraíles dejen de ser una de las causas de muerte entre los motoristas,
La estadística de los últimos cuatro años señala que las carreteras de la región se han cobrado la vida de 29 motoristas. El último, el sábado por la tarde en la S-20. En toda España la lista negra de fallecidos en moto alcanza los mil, a razón de unos trescientos por año, si bien las cifras que maneja la DGT sólo achacan a los temidos guardarraíles un 18% de las muertes.
En cualquier caso, esas protecciones o quitamiedos -a los que los moteros denominan 'quitavidas' porque actúan como guillotinas en caso de accidente- han sido motivo de protestas y presiones por parte de grupos y asociaciones, que exigen su eliminación de las cunetas.
Fomento ya ha sustituido las protecciones o reforzado la seguridad en lugares sensibles (curvas de radio reducido, enlaces, etc.) que suman 25 kilómetros en las carreteras nacionales de Cantabria. Y recientemente ha adjudicado dos obras que van a suponer la sustitución de protecciones por otras nuevas en otros 3,6 kilómetros más.
De ellos, 2,2 kilómetros serán a lo largo de la A-67 entre Bezana y Torrelavega, y otros 1,4 kilómetros en la S-10 entre Santander y El Astillero. En diversos puntos de esos trazados se instalará un nuevo sistema de contención, una protección especial (doble onda, sistemas específicos en curvas...) para motociclistas.
Tal actuación para modificar las protecciones pudiera entenderse como el inicio de una mucho más ambiciosa, pues Fomento pretende actuar en otros 99 kilómetros más en un plazo más o menos breve. De hecho, el Ministerio ha dado instrucciones a la Demarcación de Carreteras de Cantabria para que elabore un informe exigente sobre protección a motociclistas con el fin de mejorar, reforzar y sustituir las defensas existentes en 99 kilómetros.
El propósito es cambiar las protecciones y reforzar la seguridad en distintos puntos. Fomento piensa invertir en esas obras 5 millones, que se suman a los más de 2,4 millones que va a desembolsar por las actuaciones en la S-10 y A-67.
Además de reforzar la seguridad, esas medidas pueden contribuir a reducir la estadística de motoristas muertos en carretera, si bien desde la DGT se estima que los muertos en moto a causa de los guardarraíles representan una mínima proporción. «En los últimos tres años han muerto en España alrededor de mil motoristas, unos trescientos por año», indica Serafín Sánchez, jefe provincial de Tráfico, «y los fallecidos tocando poste representan sólo el 15 por ciento. La mayor parte es debido, principalmente, al exceso de velocidad, a los impactos contra el suelo o por salida de la vía. Luego viene lo de los guardarraíles. Eso da idea de la dimensión del problema».
Desproporción de cifras
Sánchez se refiere a que la conducción en moto implica un 17% más de riesgo de sufrir accidentes, y que mientras los accidentes mortales en coche se reducen, «en cambio los de moto tienen una tendencia inversa. La proporción de muertos en moto es alarmante. ¿Cuántos más se tienen que matar para que se tome conciencia?», se pregunta Sánchez. En su opinión «habrá que empezar a pensar que conducir una moto debería tener más restricciones».
Desde la DGT se trata de transmitir que el comportamiento del motorista «va más por esa figura del 'motard' que rueda seguro, tranquilo, disfrutando...» frente a esa otra imagen «del que sale a soltarse el pelo. Aún abunda el motero que sale a probar potencia, de esos que apenas saben la máquina que llevan entre manos. Les falta pericia y concienciación».
En Cantabria, las cifras también son alarmantes. De 2006 para acá han fallecido 29 motoristas, con una proporción que oscila entre el 23% y el 60% de los muertos totales en carretera. «Es una desproporción absoluta», se lamenta Sánchez, «que deberemos cambiar mediante otros comportamientos».

PASCU
RAFAGAS