Cuidado con los peatones tecnológicos
El riesgo de utilizar el móvil al volante (por poner el más claro ejemplo) no es algo que se pueda circunscribir unicamente a los conductores. Los peatones son los conductores de su propio cuerpo por lo que también deben extremar las precauciones a la hora de andar por las calles. El término peatón tecnológico define a todos aquellos viandantes que hacen uso de los diferentes aparatos electrónicos, ya sean móviles, MP3, PDA…
En el grupo se sitúan principalmente gente joven que van escuchando su MP3, aislándose del exterior o aquellos que no se separan de su móvil y caminan mientras hacen uso del mismo o son incapaces de pararse un momento a leer tranquilamente el último mensaje en su buzón de entrada. Aunque hoy en día el uso de todos éstos dispositivos está tan masificado que no casi no hay rango de edad que se pueda salir de la definición. Todos somos en algún momento peatones tecnológicos.
El uso del móvil o el MP3 nos hace más amenos los trayectos cuando vamos caminando. Pero también lo convierte en algo peligroso. La numerosas distracciones que provocan producen situaciones de riesgo. Los datos lo corroboran. El uso de dispositivos electrónicos aumenta en un 40% el riesfo de sufrir un accidente de tráfico. Para un peatón una situación de riesgo se convierte en un accidente, y cuando tu cuerpo es tu carrocería los daños que pueden acarrear son muchos.
Para leer un sms se necesitan al menos ocho segundos, para escribir algunos más. Ambas son acciones que requieren un esfuerzo cognitivo. Hemos de entender, pensar, contestar y además necesita apartar la vista de lo que le rodea. Un tiempo que si invertimos mientras caminamos puede darnos algún susto o porque no más de una desgracia. Cruzar un paso de peatones sin mirar por nuestra abstracción puede pasar de ser una acción sencilla a un riesgo innecesario.
El MP3 tampoco se libra. A pesar de que en este caso no es necesario el uso de la vista y de que la acción es simplemente receptiva, la música aísla al usuario en forma de reducción del campo visual útil. Sin contar que perdemos todos los estímulos auditivos del exterior. El claxón de un vehículo o la llamada de otro peatón se ignoran porque no son escuchadas.
Ahora la próxima vez que cojamos el teléfono mientras caminemos o intentemos enviar un SMS, será mejor pararse y hacerlo tranquilamente que arriesgarnos, de forma casi deliberada, a tener un susto o algo más. Es difícil, pero ninguna llamada merece tanto.