Prosiguiendo con el tema de la seguridad en los vehículos de dos ruedas, debemos acordarnos de algo que, a priori, parece una tontería y sin embargo puede acarrearnos lesiones de gravedad en caso de caída. Me refiero a todo ese maremágnum de cosas que llevamos en los bolsillos.
Lo ideal sería que lleváramos todo lo que necesitamos (cartera, móvil, llaves, etc) solidario a la moto, ya fuese por ejemplo, en una bolsa sobre-depósito o en las maletas. Como normalmente esto no es posible, intentaremos que los objetos más duros no vayan en los bolsillos frontales, pues nos pueden provocar una rotura de costillas o incluso que nos lo clavemos.
Si tenemos que elegir entre llevar una mochila o una riñonera, siempre es preferible la mochila, pero debemos llevar entre nuestra espalda y ella una protección de columna. Existen mochilas con ella ya incorporada, que nos evita el engorro de llevarla por separado. La riñonera es más cómoda, pero no podemos poner nada entre ella y nuestro cuerpo para evitar daños. Siempre debemos asegurarnos que todo lo hemos dejado bien atado y que ninguna cincha ni correa se puede enganchar con la moto
Por último, nunca llevar objetos voluminosos, ni siquiera en la mochila. Por ejemplo, una cámara de fotos, una lata de aceite o algo parecido, puede hacer que nos rompamos una vértebra si damos con nuestra espalda contra el suelo.