Durante los últimos días, los medios de comunicación se están haciendo eco de las protestas de la Agrupación de la Guardia Civil. Desde hace unos días, los agentes, a título individual y sin que haya mediado ninguna asociación, han decidido que
en vez de multar a todos aquellos conductores que cometa una infracción, lo mejor es avisar e informar de su mala acción. De esta forma, en los últimos días, el número de denuncias se ha visto reducido.
La razón de esta
huelga de “bolígrafos caídos” tiene su origen en el pasado 20 de mayo. El Gobierno aprobaba los presupuestos correspondientes y la partida para tráfico se veía reducida. Pero ahí no queda todo, como funcionarios,
el recorte salarial propuesto también afecta directamente a los agentes. Tras varios años de promesas de subida salarial y mejoras, por parte del Ministerio del Interior, estos últimos recortes han sido la gota que ha colmado el vaso.
La reducción en el número de expedientes sancionadores es muy valorable. En los días que llevamos con esta acción velada, el número de denuncias se ha reducido en un 50%. Eso sí, que nadie piense que hay barra libre en nuestras carreteras.
Los agentes sólo dejan de sancionar aquellas infracciones más leves. Según la agrupación Independientes de la Guardia Civil (IGC) provincias con jornadas en los que no se ha multado a nadie en todo el día. En sus propias palabras, se lo toman como una campaña más de educación vial.
No ha tardado mucho en responder Pere Navarro. El director general de la DGT ha valorado la situación y la reducción drástica del número de sanciones y ha comentado que
en el caso de que dure mucho tiempo, podría tener un reflejo en la seguridad vial. Quizás en este punto sea donde la Guardia Civil pueda responder del mismo modo, haciendo referencia a la disminución en los presupuestos de la partida asignada a este tema.
EN CIRCULA SEGURO.
PASCU
RAFAGAS