Morrillu
30 de octubre de 2010
Ayer, 29 de octubre, la Asociación Mutua Motera había convocado una huelga en Barcelona bajo el lema: ¡Se acabó la paciencia! El colectivo motorista catalán acababa de plantarse frente a la administración debido a que todo parecía que en la ciudad española con un mayor parque de vehículos de dos ruedas, el Ayuntamiento no les tenía en cuenta y en vez de buscar soluciones juntos, se estaban encontrando cada día con más obstáculos.
El detonante pudo ser el aumento del número de multas a motocicletas aparcadas en las aceras. ¿Está bien esta práctica? Pues depende. Si se regulariza no tiene por que haber ningún problema, pero poner multas no es la solución ya que sólo existen 60.000 plazas de aparcamiento para un volumen de 250.000 vehículos. Las cuentas no salen. Al igual que no se entiende la utilización de pintura normal en vez de antideslizante, colocar correctamente las protecciones de los guarda raíles o no permitir usar los carriles bus, entre otras.
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Sin embargo, pocos días antes de la celebración de la manifestación, el Ayuntamiento decidió sentarse con los convocantes y firmar un acuerdo en el que se aceptan todas las reivindicaciones y en el que el Consistorio promete estudiar y evaluar los problemas para buscar soluciones que mejor se adapten al colectivo de las dos rueda. Seguro que algún detractor de estos vehículos pensará que nos quejamos por vicio pero, desde aquí le pido que haga un pequeño ejercicio de reflexión.
Solución a los problemas de aparcamiento: el Ayuntamiento ha propuesto que la proporción de aparcamientos para moto respecto a número de estos vehículos será superior a la proporción existente entre plazas para coches y estos. Eso si, no se multará a las motos en las aceras mientras no se creen nuevas plazas en otros lugares. El cálculo puede ser un poco engañoso ya que una plaza de un coche puede ser ocupada al mismo tiempo por cuatro motos con lo que la proporción de espacio utilizado es menor.
Carril bus y carril VAO: una manera de aumentar la movilidad urbana es permitir que las motos utilicen los carriles bus. Indirectamente también aumenta la Seguridad Vial de los motoristas ya que los separas físicamente del resto de la circulación y enfrentándolos directamente con el resto de vehículos con sus mismas características, disminuyendo el riesgo de accidente. En el caso del carril VAO, se aumenta sensiblemente la fluidez del tráfico en la entrada de las ciudades.
Maniobras en tráfico estático: tanto en Madrid como Barcelona existen semáforos con espacio reservado delante para las motos. Para conseguir llegar delante, las motos deben maniobrar entre los vehículos detenidos pero estas maniobras no están reguladas por la DGT. De nada sirve poder salir delante de los coches por seguridad si te quedas atascado entre ellos.
Pintura antideslizante y Sistemas de Protección de Motoristas: aunque la pintura que se está utilizando hasta ahora cumple la norma en cuanto a evitar el deslizamiento, se estudiará con el colectivo motorista su correcto uso. Así mismo, los SPM colocados que no cumplen la normativa y los que quedan por colocar serán revisados junto con ellos buscando la mejor solución.
Por último, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido incluir al colectivo motorista en el Pacto por la Movilidad de Barcelona y la creación de una Comisión específica para tratar la problemática de la moto, dentro del ámbito del Pacto por la Movilidad.
Espero que las soluciones adoptadas y las que se adopten se tengan en cuenta también en el resto de ciudades españolas y que las que con un mayor parque de vehículos de dos ruedas como Madrid, Valencia, Bilbao, Sevilla, etc, se pongan manos a la obra cuanto antes.
Vía | Moto22
Más información y foto | Asociación Mutua Motera
PASCU
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