Morrillu 26 de julio de 2010
Conducción temeraria. Este es el delito del que podrán ser acusados los conductores que no respeten la distancia de seguridad y además hostiguen al conductor de delante circulando pegados a él e intentando casi “echarlos” literalmente de la carretera. El fiscal coordinador de Seguridad Vial,
Bartolomé Vargas, ha utilizado un nombre que define perfectamente a este tipo de conductores:
acosadores.
¿Quiénes entran dentro del patrón de estos conductores? Yo creo que todos más o menos somos capaces de identificarlos: persona que
conduce de forma irresponsable sin tener en cuenta a los demás y que intenta que la carretera se encuentre siempre despejada para él. Además, usa las ráfagas a la misma velocidad que quien masca chicle y todo el mundo va lento para él.
https://www.youtube.com/watch?v=SYb9rpAziU0&feature=player_embedded
Bartolomé Vargas también ha animado a los conductores a
denunciar este tipo de actitudes al volante, incluso acudiendo a la justicia si es necesario para que tomen cartas en el asunto ya que hay que acabar con este tipo de actuaciones antes de que se produzcan daños más graves.
Para los conductores acusados de conducción temeraria, las penas oscilan entre los
seis meses y los dos años de prisión. No repetar la distancia de seguridad en un momento puntual seguira siendo sancionado de la misma forma: multa administrativa y retirada de puntos. Cada caso será estudiado de forma individual para tomar la acción oportuna.
Y es que no es lo mismo avisar a un conductor que conduce de forma indebida por el carril izquierdo estando libre el de la derecha, como ya hemos tratado más de una vez, y hacerle señales para que se desplace lateralmente que, como me ha ocurrido este fin de semana, estar realizando un adelantamiento por autopista a 120 km/h a varios vehículos que circulaban correctamente por la derecha a inferior velocidad y ver llegar por el retrovisor a un “caza” dándome luces y frenando a escasos metros de mi parachoques esperando que me retirase.
Además, añadiría otro caso que me parece igual de peligroso: el de aquellos conductores que en carriles de incorporación, en vez de levantar un poco el pie del acelerador y permitir entrar a otro conductor aceleran para frenar en el último momento y pitar al conductor recriminándole su maniobra.
Tiene
narices que te lo hagan en alguna carretera en la que 100 metros más adelante hay una rotonda en la que todos aminoraremos la velocidad. En fin…
Vía |
Diario de NavarraFoto |
Christian González Verón PASCU
RAFAGAS